Cómo empezar a invertir: las claves que deberías saber


Cómo empezar a invertir

Desde Agisa entendemos que empezar a invertir puede parecer abrumador para muchas personas. La falta de conocimiento y la incertidumbre pueden generar dudas sobre cómo dar el primer paso en el mundo de las inversiones. En este artículo, te brindaremos información clara y concisa sobre cómo empezar a invertir. Nuestro objetivo es proporcionarte los conocimientos necesarios para que puedas tomar decisiones financieras inteligentes y alcanzar tus objetivos económicos a largo plazo.

Debes tener en cuenta que toda inversión tiene su riesgo, y toda inversión requiere de un capital inicial para empezar a invertir. Las inversiones a corto plazo con poco riesgo y mucho beneficio no existen.


La primera pregunta que debes hacerte es: ¿Cuánto dinero estoy dispuesto a invertir?

 
Es muy importante saber cuánto dinero se quiere invertir para empezar, y esta misma pregunta podría ir acompañada de ¿Cuánto dinero estas dispuesto a arriesgar?
 

¿Qué significa riesgo cuando hablamos de inversiones?

 
El riesgo, cuando hablamos de inversiones, se refiere a la posibilidad de que el valor de una inversión fluctúe o se reduzca en comparación con su valor inicial. En otras palabras, es la incertidumbre asociada con la probabilidad de perder parte o la totalidad del capital invertido.
El riesgo está presente en todas las formas de inversión y es un elemento inherente al intentar obtener rendimientos superiores a los ofrecidos por las opciones de ahorro tradicionales. Cada tipo de inversión conlleva diferentes niveles de riesgo, y es importante comprenderlos y evaluarlos antes de tomar cualquier decisión de inversión.
 

¿Qué tipo de riesgos hay y cómo los podemos clasificar?

 
  • Riesgo de mercado: Se refiere a la posibilidad de que los precios de los activos, como acciones o bonos, fluctúen debido a factores del mercado como la oferta y la demanda, acontecimientos económicos o políticos, entre otros. Este tipo de riesgo es prácticamente inevitable y afecta a todas las inversiones.
  • Riesgo de crédito: Es el riesgo de que el emisor de un bono o instrumento de deuda no pueda cumplir con sus pagos de intereses o principal. Cuanto menor sea la calificación crediticia del emisor, mayor será el riesgo de crédito asociado.
  • Riesgo de liquidez: Es la incapacidad de convertir una inversión en efectivo rápidamente sin incurrir en pérdidas significativas. Algunas inversiones menos líquidas, como ciertos bienes raíces o productos estructurados, pueden requerir más tiempo y esfuerzo para vender y obtener el retorno deseado.
  • Riesgo de inflación: Se refiere a la posibilidad de que la inflación erosione el poder adquisitivo del dinero invertido. Si la tasa de inflación supera la tasa de rendimiento de la inversión, se puede perder valor en términos reales.
Es importante tener en cuenta que el riesgo y el rendimiento están estrechamente relacionados. En general, las inversiones con mayor potencial de retorno suelen conllevar un mayor riesgo. Por lo tanto, es fundamental que cada inversor evalúe su tolerancia al riesgo y comprenda qué nivel de riesgo está dispuesto a asumir en función de sus objetivos financieros y situación personal.
 

Imagina que inviertes tus primeros 5.000¤…

 
Es importante mencionar que los resultados y las ganancias de una inversión están sujetos a variables y no se pueden predecir con certeza. Sin embargo, podemos darte algunos ejemplos generales de posibles rendimientos según el tipo de riesgo y el porcentaje de beneficio. Ten en cuenta que estos son solo ejemplos y los rendimientos reales pueden variar.

Baja tolerancia al riesgo (conservador): Si optas por inversiones de bajo riesgo, como depósitos a plazo o inversiones en renta fija, podrías obtener un rendimiento anual aproximado del 2% al 4%. Esto significaría que tus 5.000¤ podrían generar entre 100¤ y 200¤ de beneficio anual.
 
Importe Invertido Rendimiento Anual (2-4%) 
5.000 ¤
10.000 ¤
25.000 ¤
50.000 ¤
100.000 ¤
250.000 ¤
500.000 ¤
1.000.000 ¤
100 ¤ - 200 ¤
200 ¤ - 400 ¤
500 ¤ - 1.000 ¤
1.000 ¤ - 2.000 ¤
2.000¤ - 4.000¤
5.000¤ - 10.000¤
10.000¤ - 20.000¤
20.000¤ - 40.000¤
 
Tolerancia al riesgo moderada (equilibrado): Si tienes una mayor tolerancia al riesgo y decides invertir en una combinación de acciones y bonos, podrías obtener un rendimiento anual promedio de aproximadamente el 6% al 8%. Esto significaría que tus 5.000¤ podrían generar entre 300¤ y 400¤ de beneficio anual.
 
Importe Invertido Rendimiento Anual (6-8%) 
5.000 ¤
10.000 ¤
25.000 ¤
50.000 ¤
100.000 ¤
250.000 ¤
500.000 ¤
1.000.000 ¤
300 ¤ - 400 ¤
600 ¤ - 800 ¤
1.500 ¤ - 2.000 ¤
3.000 ¤ - 4.000 ¤
6.000 ¤ - 8.000 ¤
15.000 ¤ - 20.000 ¤
30.000 ¤ - 40.000 ¤
60.000 ¤ - 80.000 ¤
 
Alta tolerancia al riesgo (agresivo): Si estás dispuesto a asumir un mayor riesgo y optas por inversiones más arriesgadas, como acciones de empresas en crecimiento o inversiones en startups, podrías obtener un rendimiento anual promedio de aproximadamente el 10% al 12%. Esto significaría que tus 5.000¤ podrían generar entre 500¤ y 600¤ de beneficio anual.
 
Importe Invertido Rendimiento Anual (10-12%) 
5.000 ¤
10.000 ¤
25.000 ¤
50.000 ¤
100.000 ¤
250.000 ¤
500.000 ¤
1.000.000 ¤
500 ¤ - 600 ¤
1.000 ¤ - 1.200 ¤
2.500 ¤ - 3.000 ¤
5.000 ¤ - 6.000 ¤
10.000 ¤ - 12.000 ¤
25.000 ¤ - 30.000 ¤
50.000 ¤ - 60.000 ¤
100.000 ¤ - 120.000 ¤
 

Y estos números sin tener en cuenta el interés compuesto…

 
El interés compuesto consiste en acumular rendimientos sobre rendimientos anteriores. Visto de otra forma, es un aliado para acumular riqueza a largo plazo. Este interés se suma al capital inicial, sobre el que se generan nuevos intereses.

El dinero tiene en este caso un efecto multiplicador: el capital crece al final de cada periodo al que se le aplica el interés, de forma que el siguiente interés se fijará sobre una base de capital mayor, y así sucesivamente.
Si estás pensando en invertir, debes saber que el interés compuesto es el mayor de tus aliados. 
Pongamos un ejemplo para que sea más visual y fácil de comprender. Supongamos que eres un inversor agresivo y tu cartera rinde a un nivel del 10% anual. Tienes 10.000 euros en esa cuenta. Al cabo de un año habrán entrado 1.000 euros en intereses.  

Ahora pasas a tener 11.000 euros, que decides mantener en esa cuenta con las mismas condiciones. Pasado el segundo año tendrás 12.100 euros. Es decir, habrás ingresado más durante el segundo año (1.100 euros) que en el primero (1.000 euros) porque las rentabilidades se van multiplicando hasta que decidas recuperar ese dinero.
Supongamos que a los 10 años decides retirar el dinero que habías depositado en la cuenta, que habían sido 1.000 euros. Durante ese tiempo el dinero habrá crecido hasta los 25.937 euros. ¡Tendrás más del doble del dinero que ingresaste al principio en esa cuenta! Al contrario, quien optase por no reinvertir los intereses —es decir, retirarlos de la inversión cada año—, al cabo de los 10 años tendrá 20.000 euros, casi 6.000 euros menos que con un interés compuesto.

Después de ver el ejemplo, vamos a desgranar cada uno de los ingredientes de la receta de nuestra calculadora de interés compuesto. Son los siguientes:

Capital inicial, que llamaremos C0
La tasa de interés anual, que llamaremos Ti
El periodo de tiempo que dura la inversión (^t)

Fórmula:

Capital final = C0 x (1+Ti) ^t
Trasladamos los datos del ejemplo a la fórmula (10.000 euros iniciales con un interés del 10% durante 10 años):
Capital final = 10.000 x (1+0,1/1) ^10= 25.937 euros

El interés compuesto te permitirá multiplicar por cuatro los 10.000 euros iniciales antes de 15 años. En cambio, sin reinvertir tardarías más de 25 años en ver crecer por cuatro tu inversión.

Recuerda que estos ejemplos y los rendimientos pueden variar. Los mercados financieros son volátiles y las diversas inversiones tienen diferentes niveles de riesgo y potencial de rendimiento. Es fundamental realizar un análisis exhaustivo, diversificar las inversiones y contar con el asesoramiento de un profesional para maximizar las oportunidades de obtener rendimientos adecuados a tu situación y objetivos. El hecho de diversificar permite dividir los recursos entre diferentes categorías de activos, regiones geográficas, sectores de la industria y clases de activos, se puede reducir el impacto negativo de una inversión individual que haya sufrido pérdidas. La diversificación permite equilibrar los riesgos y aprovechar las oportunidades de crecimiento potencial. Tomar riesgos controlados y bien diversificados es una parte esencial del proceso de inversión y puede generar la oportunidad de obtener un mayor retorno a largo plazo.
Sin embargo, es fundamental destacar que la gestión del riesgo debe estar respaldada por un asesor financiero capacitado. Un asesor financiero de AGISA puede ayudarte a evaluar tu tolerancia al riesgo, comprender el nivel de riesgo asociado con diferentes tipos de inversión y recomendar una estrategia de inversión acorde a tus objetivos y circunstancias personales. El asesoramiento profesional puede ayudarte a tomar decisiones informadas, balanceando el riesgo con la optimización de los rendimientos para alcanzar tus metas financieras.

Es importante destacar que el rendimiento pasado no garantiza el rendimiento futuro. Los mercados financieros son impredecibles y pueden estar sujetos a una serie de factores económicos y políticos que pueden afectar las ganancias.
Recuerda que el riesgo es una parte inherente del proceso de inversión, pero con el conocimiento adecuado y la asesoría adecuada, puedes tomar decisiones financieras sólidas que te permitan alcanzar tus objetivos y construir un futuro financiero sólido.
 

FAQs (Preguntas Frecuentes):

 
1. ¿Cómo medimos el nivel de riesgo?
El nivel de riesgo está asociado al tipo de inversión que elijas. Las inversiones más seguras y estables, como los bonos del gobierno, ofrecen menor riesgo, pero también una menor rentabilidad. Por otro lado, las inversiones en acciones pueden ofrecer un mayor rendimiento, pero también conllevan un mayor riesgo de volatilidad.

2. ¿Cuánto tiempo necesito para ver resultados de mis inversiones?
Depende de varios factores, como el tipo de inversión, el estado del mercado y tus objetivos. Algunas inversiones a corto plazo, como el trading diario, pueden ofrecer resultados más rápidos, pero también conllevan un mayor riesgo. En cambio, las inversiones a largo plazo, como las acciones o los fondos de inversión, pueden llevar más tiempo para generar resultados significativos, pero también tienden a ofrecer un mayor potencial de crecimiento a lo largo del tiempo. El horizonte de inversión mínimo que recomendamos es de 3 a 5 años.

3. ¿Cuánto dinero necesito para empezar a invertir?
No hay un monto mínimo establecido para empezar a invertir. Puedes comenzar con una cantidad pequeña y hacer aportaciones periódicas adicionales. Lo importante es formar el hábito de inversión y ajustar el monto a tu capacidad financiera. Muchas plataformas de inversión ofrecen opciones para comenzar con cantidades pequeñas y agregar más fondos a medida que estés listo.

4. ¿Por dónde debo empezar a invertir?
Es recomendable comenzar por establecer tus objetivos financieros y plazo de inversión. Luego, busca asesoramiento profesional para identificar la estrategia de inversión adecuada según tus necesidades y perfil de riesgo.

5. ¿Cuáles son las opciones de inversión más comunes?
Las opciones de inversión pueden incluir acciones, bonos, fondos de inversión, bienes inmuebles, entre otros. Cada opción tiene sus propias características y nivel de riesgo. Es recomendable diversificar tus inversiones para reducir el riesgo.


Conclusión:

 
Recuerda establecer tus objetivos financieros, evaluar tu tolerancia al riesgo, familiarizarte con las opciones de inversión, buscar asesoramiento profesional y mantener un enfoque a largo plazo. El equipo de asesores financieros de Agisa está aquí para ayudarte en cada etapa de tu viaje de inversión. No dudes en contactarnos para obtener más información y comenzar a invertir de la manera más inteligente posible.